Anualmente se registran más de 600.000 nuevos casos de este tipo de cáncer en todo el mundo. La buena noticia es que tiene mayores probabilidades de cura si se detecta en una fase temprana y se trata con prontitud.
El cáncer cervicouterino es un tipo de cáncer que se produce en las células del cuello del útero, es decir, en la parte inferior de este órgano que se conecta a la vagina. Se trata del cuarto tipo de cáncer más frecuente en mujeres de todo el mundo, con una incidencia estimada de más de 600.000 nuevos casos y más de 340.000 muertes en 2020, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
El causante de casi todos los casos de cáncer cervicouterino es el virus del papiloma humano (VPH), que se transmite por vía sexual. Se trata de un conjunto de virus, de los cuales algunos —como el 16 y 18— son más agresivos y pueden provocar lesiones que se transforman en cáncer.
Y aunque la mortalidad del cáncer de cuello uterino ha disminuido en Chile -entre 1997 y 2008 el Minsal registró que la tasa anual de incidencia descendió 6.2% y la de mortalidad 4.4%-, en el país todavía fallecen más de 700 mujeres cada año, según proyecciones 2020 del Observatorio Global del Cáncer (Globocan)
Es importante tener claro que cualquier mujer puede padecerlo, y por eso, en la visita de control anual que debe realizarse al ginecólogo, suele incluirse la toma de un Papanicolaou (PAP), procedimiento que permite detectar a tiempo lesiones en el cuello del útero.
Soledad Neumann Rodríguez, Gerente de Donaciones y Beneficencia de FALP, comenta que la buena noticia es que, al igual que el cáncer de mama, tiene mayores probabilidades de curación si se diagnostica en una etapa temprana y se trata con prontitud.
“Como Fundación Arturo López Pérez nos alineamos a las declaraciones de la OMS, organismo que asegura que el cáncer cervicouterino es una enfermedad que se puede erradicar. La estrategia que ha planteado para alcanzarlo se basa en el logro de tres claros objetivos de aquí́ al año 2030: alcanzar un 90% de cobertura de la vacunación contra el VPH en niñas hasta los 15 años; que un 70% de las mujeres sean examinadas antes de los 35 años y nuevamente antes de los 45 mediante pruebas de alta precisión; y el tratamiento del 90% de lesiones precancerosas y cánceres invasivos”, dice.
En cuanto a los desafíos locales, el Dr. José Miguel Bernucci, director de Prevención y Detección Precoz del Cáncer de Fundación Arturo López Pérez (FALP), explica que “Chile ha logrado una buena cobertura en la vacunación contra el VPH, virus causante de la enfermedad. Sin embargo, se requiere avanzar en la pesquisa de esta patología mediante el PAP y el test de VPH”.
Para ello, un factor clave es la información, y por eso en este artículo queremos contarte todo lo que necesitas saber sobre el cáncer cervicouterino, sus síntomas y formas de prevenirlo.
¿Cuáles son sus síntomas?
En una etapa temprana, el cáncer cervicouterino suele ser asintomático. En etapas más avanzadas, puede presentar:
Sangrado vaginal después de las relaciones sexuales, entre períodos o después de la menopausia.
Flujo vaginal acuoso y con sangre, que puede ser abundante y tener mal olor.
Dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales.
¿Cómo detectarlo precozmente?
La manera más extendida y reconocida dentro de la población es el examen de Papanicolaou (PAP), el cual permite identificar lesiones precancerosas del cuello uterino, las que pueden ser monitoreadas o tratadas para prevenir la enfermedad.
Se recomienda comenzar con un examen de Papanicolaou a partir de 25 años y repetirlo cada tres años hasta los 64, siempre y cuando los resultados de los últimos tres PAP hayan resultado negativos. Pero además, en lo últimos años ha surgido una nueva manera de detección precoz para esta patología. Se trata del test de VPH (Virus del Papiloma Humano), que puede determinar la presencia del virus en el organismo.
Vacunación, pilar en la prevención
Casi todos los cánceres de cuello uterino son provocados por el Virus Papiloma Humano, o VPH, muy común en la población y que se transmite por vía sexual. Algunos tipos de VPH representan un mayor riesgo de causar cáncer. El sistema inmune suele controlar las infecciones por VPH, pero cuando esto no ocurre y ellas persisten, pueden producir cambios celulares que con el paso de los años se transformen en un cáncer.
La vacuna en niñas y niños está incluida dentro del Programa Nacional de Inmunizaciones y protege contra los virus de mayor riesgo, evitando a futuro una infección que podría llevar a desarrollar una lesión precancerosa o un cáncer.
¿Cómo es el tratamiento de la enfermedad?
“Existen diferentes alternativas quirúrgicas de tratamiento: la histerectomía es la más común, pero también existen otras como la conización y traquelectomía, que permiten conservar la posibilidad de embarazo en determinados casos. Cuando la enfermedad es más avanzada, el manejo es con radioterapia y quimioterapia”, según comenta el Dr. Bernucci de FALP.
El especialista agrega que los tratamientos son más exitosos en los casos de precáncer y primeras etapas de cáncer, por lo que es clave mantener controles periódicos para detectar posibles lesiones en el cuello uterino. “El PAP, al poder detectar lesiones precancerosas, permite evitar un cáncer 5 años antes de que se desarrolle. Por eso es fundamental aumentar las cifras de realización de este examen, concientizar a las mujeres para que lo incluyan dentro de sus prioridades y en aquellas que se encuentran imposibilitadas de hacerlo, entregar otras alternativas como el test de autotoma de VPH”, señala.
Campaña "Hazte un tiempo, comienza por ti"
Para reducir la incidencia del cáncer de mama y el cáncer cervicouterino entre la población femenina de las 52 comunas de la Región Metropolitana, Fundación Arturo López Pérez (FALP) y el Gobierno de Santiago lanzaron en marzo de 2023 la campaña "Hazte un tiempo, comienza por ti".
En la práctica, la iniciativa apunta a incentivar y aumentar la realización de mamografías en mujeres de 40 años y más, y un programa piloto de autotest de virus de papiloma humano (VPH) entre las mujeres de 30 años y más de la Región Metropolitana, para así disminuir las cifras de ambas enfermedades con exámenes recomendados por la Organización Mundial de la Salud por su efectividad en la detección precoz y la mayor probabilidad de salvar la vida de las pacientes.
En total se espera impactar de forma directa a 8.200 mujeres mediante exámenes y a 4.380 a través de talleres educativos, con un total de 12.580 intervenciones.
Cabe destacar que el convenio firmado por FALP y el GORE se enmarca dentro de los énfasis de la Estrategia Nacional del Cáncer en Chile, entre ellos la promoción de vida saludable, prevención de factores de riesgo y diagnóstico temprano, además de promover el acceso equitativo a los servicios centrados en la persona y en su contexto.
Muy buena la enseñanza para aprender y informar a nuestras socias para q se cuiden mas